La firma del Acuerdo de Paz con las FARC, si bien trajo una considerable reducción de las hostilidades, develó los desafíos humanitarios que afrontará Colombia en los próximos años. Ese grupo, ahora, buscará imponer sus ideas a través de la política y no con las armas.
Sin embargo, hablar de paz se convierte en un elemento utópico para Colombia. Con el Estado a la cabeza, pero también con la ayuda de la academia, la sociedad civil, los medios de comunicación, entre otros actores, los colombianos deberemos enfrentar y conocer los nuevos retos humanitarios que tendrá el país.
Por un lado, el conflicto armado sigue con el ELN, las AGC y el EPL. Los constantes combates entre estos grupos armados y el Ejército, así como el hostigamiento a la población civil, ha provocado que, al menos, 700 personas se hayan desplazados de sus tierras en el departamento del Chocó en lo que va del año.
La institucionalidad ha sido incapaz de llegar a las regiones antes dominadas de facto por las FARC. La minería ilegal, las rutas del narcotráfico y los cultivos de coca siguen siendo el motor del accionar de los grupos. El Estado debe llegar a esas zonas con través de proyectos económicos y sociales y mayor presencia institucional.
Por otro lado, otro de los grandes desafíos que plantea el posacuerdo es la verdad como pilar fundamental para alcanzar la reconciliación, al ser un derecho colectivo e individual. La obligación del Estado de investigar los hechos y determinar quiénes fueron los culpables de los crímenes cometidos durante 50 años de conflicto con las FARC es fundamental para esclarecer y conocer qué pasó durante el conflicto. En ese sentido, la creación, dentro de los acuerdos con las FARC, de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición es un gran avance.
Además, la identificación de las personas desaparecidas, que se estima que hay alrededor de 70.000, según el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), será otro de los retos de los próximos años. La creación Unidad Especial para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del Conflicto Armado es un camino para lograr ese objetivo.
El asesinato de líderes sociales sistemático de líderes sociales, principalmente en el Cauca, es otra problemática que salta a la vista en el posacuerdo. Desde la implementación del acuerdo con las FARC, 43 líderes sociales han sido asesinados por su labor. El Estado no ha garantizado ni la seguridad integral la vulnerabilidad se refleja en las constantes amenazas y crímenes en su contra.
El tiempo demostrará qué tan preparada está la sociedad y el Estado colombiano para afrontar los retos de los próximos años.
Jesús de León
Periodista