La importancia de resignificar la vida

29 agosto, 2017
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En el libro Viaje al interior de una gota de sangre, el profesor Arquímedes define terrorismo como «régimen de violencia instaurado por un gobierno, y no los actos legítimos de un pueblo contra el tirano».

Una de las mayores muestras de terrorismo de Estado es el caso de los Falsos Positivos. Ese término muestra la alta polarización de nuestro país, en el que el valor de la vida, de un nombre, de un entierro digno, dependían de si se era soldado o guerrillero. El soldado era un muerto en combate, héroe patrio; el guerrillero, un dado de baja que en la jerga militar era un «positivo». ¿En qué momento la muerte del otro se volvió un «positivo»?

Nos adaptamos y consentimos sumisamente el discurso de la Seguridad Democrática y el dibujo del enemigo vestido de camuflado. Fuimos incapaces de reflexionar, pensar y juzgar dicho discurso. El terrorismo también viene de nosotros como ciudadanos de a pie. Inevitablemente el resultado de esa propaganda de Estado contra el valor de la vida fue la muerte.

Así que nuestra guerra no solo se hizo con armas, también se hizo con el lenguaje, y este último es quizá el único instrumento que tenemos para darle giro a los discursos diseñados por los forjadores de nuestra guerra. Cuerpos Gramaticales, quecambió el discurso verbal por el corporal, es una acción colectiva en la que las personas que quieren unen sus duelos con el prójimo, con la tierra fértil, cubriéndose hasta la cintura acompañados por una planta que representa la vida, la resistencia y la lucha.

Lo que implica Cuerpos Gramaticales, ese constante hacer con el otro y acompañarlo, nos enseña que el odio, el miedo y el silencio al que fuimos sometidos, pueden ser reemplazados por la compasión, otro término que vale la pena aclarar: es acompañar la pasión del otro.

Este jueves 27 de julio alrededor de 66 personas se sembraron durante 6 horas en la Plaza de Bolívar de Bogotá para acompañar la pasión y la lucha de Luz Marina Bernal. También participaron los sembradores de los cuerpos que iban a hacer catarsis con el sentir de la tierra, los músicos que acompañaron la siembra, los encargados de logística; todo para que al final un puñado de desconocidos que pasaron por ese sitio, cargado de algunos de los capítulos más nefastos de nuestra historia, se tomaran de las manos con otros, hablaran y cantaran.

Adicional a estos motivos, había uno central, el que anunciaban las camisas que tenían los sembrados y los sembradores: #NoalosfalsospositivosenlaJEP. Luz Marina Bernal, la mujer que estuvo de pie en la mitad del espiral que formaron los demás cuerpos, tenía esta frase: «Yo parí a mi hijo para la vida, pero él me parió para la lucha». Habla de Fair Leonardo Porras Bernal, el niño de 7 años que se ocultaba en el cuerpo de un hombre de 26, alto, con ojos verde oliva, profundos como los ojos de su mamá. El que todos los días tenía una rosa roja para ella y recibía billetes de 2000 o falsos como pago por el trabajo de todo un día.

Este nuevo capítulo de la lucha de las Madres de Soacha inició el martes 28 de marzo en la audiencia de imputación de cargos contra cinco militares, cuando el juez dio por terminada la audiencia porque consideró que los casos hacen parte del conflicto armado, y ante la vigencia de la Ley de Amnistía, deberán ser juzgados por la Jurisdicción Especial para la Paz.

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es el centro de las negociaciones de cese al conflicto entre las FARC y el gobierno. Ante ella se presentarán miembros de esa guerrilla y de las Fuerzas Armadas, implicados en crímenes graves cometidos por causa o en relación directa o indirecta con el conflicto armado. Tomará la competencia exclusiva sobre estos crímenes. La JEP establece penas restaurativas y contempla hasta 8 años de privación de la libertad en centros especiales. Estos beneficios los pueden perder quienes no cumplan con lo más importante: verdad y reparación a las víctimas.

En una entrevista, Luz Marina Bernal respondió al portal ¡Pacifista! por qué se oponen a los Falsos Positivos en la JEP: «No son actos de guerra, no fueron actos de servicio y nuestros hijos no tenían ninguna motivación política».

Las Madres de Soacha, al igual que todas las demás víctimas de nuestra guerra, se encuentran frente a una disyuntiva política y jurídica: continuar buscando que el sistema judicial ordinario, con sus niveles de corrupción, entregue los fallos y se sancionen condenas entre 37 y 52 años; o atenerse a la JEP, con la intervención de organismos internacionales para escoger los jueces y hacer veeduría de los procesos, pero con penas de máximo 8 años.

Ante este panorama, en el que la verdad y la justicia se difuminan porque los procesos pasan de mano en mano, es necesario llamar la atención de todos nosotros, los que ejercimos el pasivo terrorismo social, para que entendamos que las historias de esos cuerpos sembrados y las de los que permanecen en silencio, forman la gran historia de Colombia. Cuerpos Gramaticales es resistencia al olvido a través de lo que tanto han querido quitarnos: vida, unidad y tierra.  Es el acto legítimo del pueblo frente al tirano.

Por: Carlos López y Juan Alejandro Echeverry.